En Alayos
El pasado sábado, 11 de marzo, vivimos en “Isla Alayos” una de las aventuras más esperadas del curso: LA FIESTA PIRATA. A partir de las 5 de la tarde comenzaron a arribar a la isla los primeros piratas, nos dimos cuenta rápidamente por su indumentaria; eran gente realmente temible. Todos venían buscando tesoros pues alguien les había dicho que había muchos en esta isla, así que entraron al abordaje y se pusieron a buscar como auténticos piratas. Pronto aparecieron las primeras monedas de oro, lo cual les llenó de regocijo y les aumentó aún más sus ánimos. Así surgieron juegos y pruebas piratas que les hacían conseguir más monedas a los que ganaban, claro. Todos aquellos juegos terminaron como suele ser habitual entre piratas: con un abordaje y a cañonazo limpio. Cuando acabaron con todas las monedas de la isla apareció un misterioso personaje que decía saber dónde se hallaba un increíble tesoro como nunca habían visto. Rápidamente todos los piratas se organizaron en cuatro grupos: oros, copas, espadas y bastos, y fueron pasando por el camarote de ese misterioso personaje que les dio el mapa del tesoro a cambio de un buen puñado de monedas de oro. A partir de ese momento la isla de Alayos se llenó de piratas que iban de un lado a otro intentando descifrar aquel extraño mapa que supuestamente les conducía a un tesoro fabuloso. Al final fueron los oros (cómo no) los que dieron con el cofre del tesoro y cuando lo abrieron se quedaron estupefactos. ¡Miles y miles de chuches se derramaban por sus cuatro costados! El tesoro más preciado que pirata alguno haya podido desear. Eran tantas las riquezas que las repartieron generosamente entre todos los piratas que no consiguieron encontrarlo. Y esta es la historia de la invasión pirata en Alayos que será recordada por generaciones y generaciones de piratas a lo largo de todos los tiempos.